Al despertar de mi sueño
cada día en la mañana,
la inapetencia me gana
retando mi desempeño,
la rutina y el desdeño
se vuelven fiel compañera,
volviéndote una quimera
de ilusiones concebidas,
son como crueles heridas
a mi alma que desespera.
Cada una de mis noches
presente estás conmigo,
ahí, mis ansias mitigo
en dulzuras con derroche,
al despertarme reproche
lo anhelado y no hice,
pues en caricias me deshice
y sin llegar a lo demás,
quería dar mucho mas
y tu placer se eternice.
Pero cuando amanece
y tú no estás a mi lado,
pues solo te he soñado
y junto a mi permanece,
esa imagen que crece
constante con frenesí,
bella como un fino rubí
como mi mente te viera,
para que yo no sufriera
eternos despertar sin ti.
ROBERTO BATISTA PARGAS -Cuba-
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