Mudanza, atrás ha quedado el hogar de la tragedia. Mami y yo fuimos los primeros en llegar a la nueva casa y, sentados en un escalón a la entrada, nos quedamos aguardando el camión con los muebles. Medio día, mi mami pensó que yo podría tener hambre y, con el auxilio de una vecina, preparó arroz en una escudilla blanca. Y apareció el camión de mudanza, dobló la esquina y, en lugar de estacionarse para descargar los muebles, pasó de largo, no sin antes arrojar unos volantes mientras anunciaba a todo volumen de sus altoparlantes:
- Examen, examen de teoría, será tomado por el señor profesor con su capucha negra. Tema: La muerte ¿da sentido a la vida o se lo quita? Vayan preparándose, vayan preparándose si quieren salvar sus cabezas.
Yo tomé uno de los volantes, decía así:
"Lea cuidadosamente y escoja una entre las propuestas siguientes, marcando con una x el recuadro correspondiente.
A. La muerte da sentido a la vida, la inmortalidad se lo quita.
B. La inmortalidad da sentido a la vida, la muerte se lo quita.
C. La muerte o la inmortalidad no pueden dar sentido a la vida, ésta lo tiene de por sí.
D. La muerte o la inmortalidad no pueden quitar sentido a la vida, ésta de por sí no lo tiene.
E. La vida no tiene ni deja de tener sentido, es neutra; el hombre se lo atribuye o se lo niega. Hablar de sentido respecto de la vida es pues un sinsentido.
F. Puede proponer otras alternativas."
Marcos Winocur
Publicado en Arena y cal 228
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