Un nombre le quise dar
a este hermoso poema
y al acordarme de ti
mi musa empezó a volar
y me dije:
¡Por ser bella!
por su cuerpo escultural,
por ser su cabello lacio
con el color de un trigal,
por su voz tan armoniosa
de parleros ruiseñores,
por su forma de pensar
y su manera de ser.
Como un humilde homenaje
a todos sus atributos
nació MARINA DEL MAR.
Después me dormí y soñaba
que era el agua fresca y pura
que corría por su piel
y con su amor naufragaba
en el Cielo de sus brazos,
perdiéndome en el oleaje
que me brindaba su cuerpo.
Y fui en el inmenso mar
la espuma que la cubría
y me embriagaba de amor
con su radiante hermosura
y despertaba bebiendo
el néctar que hay en sus labios
para decirle muy quedo:
¡No temas, sólo es un sueño!
Ysidro Parra -Venezuela-
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