domingo, 28 de junio de 2015

DESDE CASA


Igual que un dedo acusador
dos ráfagas de faros anodinos
se han colado en mis retinas
y he pensado en ti.
Igual que un beso sabroso
dos caricias en mi cuello
se han refugiado bajo mi sien
y he soñado que volvías.
Igual que un golpe rotundo
dos repiqueteos en la madera
se han colado en mi recuerdo
y he sucumbido a llamarte.
Igual que las llamas itinerantes
dos algodones te ocultan
se han volcado en ese aroma
y he querido tocarlo.
No, no puedo hacerlo nunca más, no
Lo sé
Pero qué me importa el saber, la ciencia o la justicia
Si cuando, desde casa, elevo mi trémula pupila
Y grito, grito en silencio
Sin pensar en las uñas clavadas en mis palmas, gritando
En silencio
Pidiendo me lleves
Alces tu tridente y agujerees la lluvia, la luz, o la flor
No, desde casa, quiero tenerte
A pesar, muy a mi pesar
De saber
Que te escapas aurora, y no puedo sino retratarte
Cual efímero repunte de un Buonarroti fútil y mortal.
Mis manos asidas
Ahí mismo, entre las rendijas donde se cuela tu alma.

Santiago Pablo Romero -Trigueros-

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