Ya no vuelan hacia ti aquellos versos
de tu cielo ya no quieren sus ventanas
se cansaron de golpear con tiernas alas
ese duro, frio cristal, ya lastimados
En auroras insistieron muy alegres
no sabían que canto ellos rimarte
el mejor, el que solo era para ángeles
el sublime, el que reza..siempre amarte
En verdad que tu capricho, nunca quiso
que la nube de tu olvido revolaran
esos versos que te subían al cielo
esas líneas que en la altura te adoraban
Que caricias con las más tiernas palabras
que ternuras, en términos no dichos
esperanza infinita en pocas letras
que terminan en mis versos no leídos
Del libro “Letras para canciones” de
Vinicio Obando -Ecuador-
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