Aunque es poca la distancia que nos separa
mi niña te extraño más de lo que imaginas,
en noches sueño con tu imagen que acapara
todo el tiempo disfrutando tu dulce sonrisa.
Cuando mi alma se dispone a elevarse
dejando a mi cuerpo cansado por trajines,
busca el fulgor de tus ojos para aferrarse
y a Morfeo le reclama urgente que la mires
entonces mi amor por ti las va llevando
hacia la luna entre paisajes de recuerdos,
te observo en el menguante hamacando
o juegas con cada nube blanca y el lucero.
Si hasta dormido tanto es que te siento
más en los días, tu figura tengo presente,
escribiendo estas simples cosas intento
decirte que en mi corazón vives latente .
Ramón Pablo Ayala (Argentina)
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