domingo, 23 de febrero de 2014
VISITA AL PARAÍSO
Junto al agua la mies, cercada por juncos celestiales; allí Dios que guarda su granero de estrellas. Las hay de un limpio rosa cristal que son vida, lejos queda el ventisquero de muerte, destructor. Siente el corazón, al latir, delicia sideral, cósmica...
La avaricia provoca un venero de lágrimas que impide al hombre utilizar sus ojos. Si esto ocurre, lóbrega, corre la noticia por la ancha y bella tarde de Dios haciendo una herida en los labios de quienes mientan el dinero que se convierte en piedras. Luego una sorda caricia renueva el mundo.
Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-
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