Nuestro espíritu es fuego,
que se resuelve en chispa
y en llamarada luego,
y su luz ilumina.
Cuando es silencio y humo
que sin sentir se pierde...
un arder sin calor
que ceniza disuelve,
es candela que incendia
los cuerpos de los muertos
que ya no tienen vida
que permanecen yertos.
Y el humo y la ceniza
no serán perdonados,
si no dieron calor,
ni han iluminado.
Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-
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