domingo, 2 de febrero de 2014

REFLEJO


Otra vez
me permito soñar
con otro rumbo,
lejos de mis prisiones.
Se acerca el fin,
no valdré la pena
si sigo reflejándome en tu espalda.

Todos están malditos,
y tengo que alejarme
porque el miedo no espera.
Las estaciones de tren,
los postes viejos
siguen retrocediendo cada día.

En mi despedida,
no habrá flores.
Sólo el viento
arrullará tus pasos.
En aquel día,
no habrá lágrimas,
tan sólo melodías en colores.
Perdida en la llanura,
serás un día más hacia la noche.

Espero en el limbo,
sin trompetas ni máscaras.
Sin llaves,
sin suspiros,
sin dolor.

Espero demasiado
lo que no esperé nunca.
Espero ciego,
sin saber lo que sueño.

Espero el día
en que todo sea negro
y pueda ver tu alma
tal como fue alguna vez.

Gonzalo Salesky
Publicado en la revista Nevando en la Guinea 35

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