No hay persistencia en tu actitud de amante;
tu péndulo fluctúa, y ambos lados
exigen atención. ¿Tus dos costados
albergan corazón itinerante?
¿Con quién irás, espíritu inconstante,
ajeno a módulos enraizados,
si enmarcas a uno y otro inadecuados,
siendo tú misma nota discrepante?
Desciende de tu péndulo, y camina
en una dirección, que no es rutina
ni fracaso saber lo que se quiere.
Y arráigate en un punto, donde crezcas,
y des fruto, y madure, y reverdezcas
en cada primavera que afluyere.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
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