Las palabras pierden consistencia
y el dolor es sólo una metáfora
confusa.
Me preocupa que el termómetro que mide
cual es la distancia ideal entre dos cuerpos
se haya roto esta mañana.
Voy curando la enfermedad
que repite tu nombre.
Ya no duele el silencio.
Ya no lloran las noches.
Ya no se emborrachan los poemas.
No pude encontrar
el gen que provoca el mal
dentro de mi cuerpo.
Así te expulsaría para siempre
y sin secuelas.
MARIANA VACS -Argentina-
Publicado en la revista Gaceta Virtual 87
No hay comentarios:
Publicar un comentario