¿QUÉ SUERTE MÁS PUERCA ESPERAR ACOSTADO EN LA CALLE EL AUTOBÚS?

La librería adonde estás concluye el horario
Y la noche lila y parda llega con olor a humo y a cactus.

Y al margen de viento reza con garganta en los cables primarios.

Voy ligero, iracundo, preocupado, tomo un susurro de espera
Un beso tuyo, alocado, fanático, preciso en la acera.

Y tú raudo me deja pensativo
Será el destino que tus padres te han prohibido,

Será eso amor mío.
El sentirse pleno y a veces vació.

Este abrigo de deuda nos arropa una semana
Mis plegarias por verte día y noche del cielo manan.

Fue fácil gastarnos el olvido tenaz de ese taxi rojo.
Hoy, esperar con la lluvia a que salieras
Llorando y sosteniendo en tu cara el enojo.

Este honor hacia ti me deja un ansia de quimera.

Suplicarte siempre ha-sido una llave maestra
Siempre tiemblo en ese hilo de mentira diestra.

Cuando en gruta despiertas con miedo, indecisa
Y yo no sé adónde voy con este fulgor que soslaya y tamiza.

Soy un hombre en el alma de un perdido lunes
Un poro enjuiciado de ademanes

Y rizas colmadas de tus chistes.
Doy vuelta por el terrenal de la acción y la duda,
Con mi musa diferente y precavida a lo que da.

Pasas manipulando tu teléfono con uñas y dientes
Tratando de monitorear mi extraño mundo.

Cuando te levantas a las 11 am amargada de algún modo
Envuelta en sábanas y sueño, te inventas tu esqueleto de rutina
Aferrada al café y tus sandalias.

Mis promesas nunca te fueron espiga fecunda
Tu corazón tal vez apuñalado por otros deseos.

Pero sobreviviste, sobrevivimos a lo que nos circunda.

Tomando el delirio, elemental de míranos sin palabras
Agitando los goznes de un deseo, vivo el vértigo nombra
Flotando en sequedad toda nuestra adolescencia magra.

Adonde el cosmos obediente enluta un Génesis preciso
Una luna entre piélagos, nos riela en el desuso.
Cuando el corazón se enamora no importa lo que pierdes.

Belén Aguilar Salas -Costa Rica-