Soy el árbol hachero y te perdono.
Cada golpe en mi piel mana sustento
la lumbre de tus hijos, su alimento.
Hiere nomás hachero, te perdono.
Cada hoja, nudo, astilla en paz te dono.
Es tan noble mi estirpe, aunque sediento
de amor, dulzuras, cantos, dentro siento
más útil y perfecto mi abandono.
Hiere nomás, jamás dude tu mano
aunque caído, sufras por mi suerte
y conmueva tu pecho un grito vano.
Sin luz, vencido, agonizante, inerte
desde mi savia te comprendo hermano
sólo tu hambre me sentencia a muerte.
ROMA ROTELA -Argentina-
Publicado en la 2ª antología de poetas argentinos
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