(in memoriam)
El agua se hizo humo
gaseando la primavera sucia.
Petróleos de hojalata
visitaron las chabolas del hambre
sepultando las caricias de la noche:
rojos
sin ojos ni deseos,
grises
de pérfidos silencios,
azules
en los labios derrotados.
Bophal
vendida al olvido de los ángeles,
cambiada por cien rupias de promesas,
cubierta por miles de cadáveres torcidos:
aún
rebotan en el aire de los días
el negocio negro de la muerte y el dolor
vestido con corbata y pajarita,
aún rezuman
las voces silenciadas de los parias de marfil
gritando el olvido de los perros.
Aún se seguirán sepultando caracolas...
Luis E. Prieto
Publicado en el blog escribidor
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