Ya no quiero jardines ni saber de más flores,
ni pinceles que vengan a dibujar mi letra,
si hoy yo ya cuento el día que su amor me penetra
por mis venas, y ser mi amor de mis amores.
Tú serás lo sutil y lo alto en mis honores
cuando lleve en mi sangre ese Yelmo de Petra,
y esté firme mi ser, ya que nos compenetra
la riqueza de amor sin funestos rencores.
Voy a hacer tu camino el que guía tus pasos,
esa luz que ilumina a tus necios fracasos
los que carga tu ser por tu bella morada
y los dejes al viento que elimine a tus huellas
y sentir en el alma ese brillar de estrellas
tu gran luz como Luna de dama enamorada.
Porque hoy mi bella hada
ya no quiero más nada de aquello que te asusta
al ceñir a mi lado mi bella amada Ñusta.
Jose Manuel Quintero Rojas
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