martes, 13 de agosto de 2019
BOSQUE DE PIEDRA
Después de muchos,
muchos años,
el agua, siempre poderosa,
siempre sorprendente,
ha visto realizado,
colmado, su gran sueño
escultórico.
Las duras piedras,
suavemente acariciadas,
golpeadas airadamente,
durante miles y miles
de segundos, de minutos
y de horas, son ahora,
un bosque perfecto,
mágico, luminoso,
donde sólo falta el verdor
de las hojas y el melodioso
canto del ruiseñor.
Aquí es la impetuosa
agua la única que canta
al sol, cada amanecer,
su eterna canción de luz y color.
JOSÉ LUIS RUBIO
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