(Soneto con estrambote)
No hay en vida algo que cause más delicia,
que tener el cuerpo libre de toxina;
al haber depositado en la letrina
el cúmulo excedente de inmundicia.
El goce con que a tu estómago acaricias,
premiándolo con el arte culinario;
disminuyen en tu grueso calendario
esos días de placer por la ictericia.
Obligado estás a dar por terminado
tantos ratos de opulencia sibarita,
te limitan y te dan por acabado.
Ya no debes ingerir delicias fritas,
tu vesícula biliar se te ha hinchado
con el riesgo de romperse en mil tiritas.
Mejor hay que aguantarse:
Recuerda que la salud es lo primero.
Te sucede por ser émulo de Homero*.
Julio César Martínez Matus -Nicaragua-
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