En noche de plenilunio,
cuando la pasión nos ciega
Y la sangre por la venas,
recorren con un susurro.
cuando el brillo de tus labios,
es hermoso sol que quema,
haciendo olvidar las penas,
en ese placer de amarnos.
Es el sabor de tu piel,
recorrida por mi boca,
palmo a palmo en ansias loca,
hasta beber de tu miel.
Y ese hermoso placer,
de tenerte aquí en mi lecho,
y así metida en mi pecho,
serás parte de mi piel.
Argemiro Gonzalez Cayal.
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