jueves, 17 de agosto de 2017

TODO SIGUE IGUAL


Van a caer las bombas, pronto empezarán las baterías a lanzar sus balas, un sonido odioso que necesitamos para saber que algo nos protege. Lo necesito, estoy sola desde que mi pareja se marchó a servir una bandera. En el refugio me encuentro lo de siempre: llantos, palabras de ánimo y gritos de los seres que a él acudimos buscando el rincón donde pasar las próximas horas, colchonetas
compartidas, amas de casa con sus hijos, prostitutas, monjas rezando, funcionarios y algunos soldados que dejan el arma apoyada en la pared.
Me tumbo en el silencio roto por ronquidos de personas con la seguridad de no estar solas, como yo, que siento un aliento en mi nuca y una mano que acaricia mis piernas levantando mi falda, y cierro los ojos mientras acarician mis pechos, mientras la otra empuja y desplaza mi ropa interior.
Le dejo hacer, pienso en mi pareja y desecho el recuerdo, solo quiero centrarme en sus jadeos, en su sexo buscando el mío, intenso, poderoso, como el espasmo que llega pronto, como el suyo que
ahoga.
Amanece, la gente comienza a incorporarse ante la claridad que  entra, marcho a casa, todo sigue igual.

Francisco Bautista Gutiérrez
Participante en el VI Certamen Microrrelatos Libres Memorial Isabel Muñoz

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