Ausencia de ti,
ausencia de todo.
La nada llena
el silencio de mi alcoba.
Las horas muertas,
son dudas que se pierden
en ese laberinto de ilusiones,
que se mueren en las sombras.
Ausencia de ti, de tu hechizo,
de ese velo de misterio
que envolvía tus palabras.
El verbo amar,
se volvió indefinido,
amar no conjuga con olvido.
El olvido, es enemigo del cerebro,
cuando tu ser al amor reclama.
El amor, se volvió peregrino,
entre las ruinas de un cariño pasajero.
No bendigas,
no maldigas,
solo calla corazón,
no digas nada.
Raquel Alejo -Perú-
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