jueves, 24 de agosto de 2017
¿TAUROMAQUIA?
Herido de muerte
tras el estoque cruel,
segundos de espera,
es un agónico límite;
el matador encumbrado,
eleva el cuello al gentío
y se aleja del ajusticiado,
mientras mira al graderío,
el bravo animal se desangra
con la honra de haber luchado
con todo puesto en su contra
y contra todo lo especulado,
de nada sirvieron sus embistes,
ni la bravura ni su valentía,
ni siquiera los fuertes trotes,
tampoco su bella litografía,
muere poco a poco
sabiendo de su final,
en un intento equívoco,
embiste de nuevo al rival,
todo en vano ha sido,
la sangre ahoga su garganta,
y brota rojo el cruel fluido,
sobre una arena que lo quebranta,
pierde la mirada y el ardor
emborrachado de muerte,
soportando el intenso dolor
se va a la barrera y a su suerte,
y cae, cae mas muerto que vivo
sin saber que el motivo
sólo fue nacer bravo
bravo, bello y cautivo,
el espectáculo de la muerte,
sobre un ruedo sin piedad,
sangre en la arena
arena en el corazón,
¿Qué importa la historia,
de un matador asesino?
Angel L. Alonso
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