viernes, 25 de agosto de 2017

SI YO FUERA


Duerme la noche sin sueños, entumecida y veloz,
la musa repasa el día silenciosa, displicente;
y a los pies de aquel demente de corpóreas sensaciones,
en su lienzo blanquecino va tejiendo una emoción:

~Si yo fuera un ruiseñor y tú mi nido de estambre,
me dibujaría en ti porque sintieras mi ronda.
Y si fuera una paloma tan blanca como tu mente,
haría de ti un demente porque soltaras las dudas
que llevas en la memoria.
Pero solo soy recuerdo de dichas y de desdichas...
Soy la sal del mar sereno que te niegas a probar,
la copa de ese veneno que pronuncia la locura
que todo lo cuerdo cura en aras de redención.

Duerme la noche sin sueños cuando velan los poetas.
Ni siquiera el duermevela puede hacerle despertar;
es un silencio encendido de fuego repiqueteante.
La soledad angustiante se torna la faz de hogar.
Y la musa cantarina dictando poemas arde
en la frente discontinua, en la pluma que de sangre
sus venas quiere anegar.
Despierta el arte guerrero enredado entre sus manos;
y nacen los artesanos, cuyos ojos transparentes,
eternidad en las gentes en vuelo habrán de llevar.

Carmen Azparren Caballero

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