martes, 22 de agosto de 2017

XXIV


Con la misma intensidad
con la que se honran las alturas
honraré tu sabio cuerpo Aniquirona
Como se honra un muelle
una collera
o un océano nocturno
en los plácidos ámbitos del tiempo.

Con la transparencia del amor infatigable y ebrio
honraré tu collar de mariposa
tus labios de gaviota subceleste,
tu cabellera solitaria como un faro
en una oscuridad tímida y plegada
de velámenes y olores.

Honraré tus senos de estatua grecorromana,
tu boca refulgente
como la hoguera del exilio
tus ojos negros y profundos
como el camino silencioso al Rogitama;
río que concentra en su corriente
tu súbito de estrella
tu cauce de pájaro metálico
tus vértices de luna llena
entre la materia y el espacio
la máscara y el tiempo.

Honraré tu fondo
tu esperma,
tu savia,
tu verbo
tu número en cualquier constelación y estado
tu mágica apariencia
tu forma fantasmagórica
Ese sueño que tú eres
Ese sueño que los dos forjamos
en alguna noche solitaria
desde algún lúbrico rincón
cuando aún no entendíamos
la razón ilógica del tiempo

Del libro La dulce Aniquirona de Winston Morales Chavarro -Colombia-
Publicado en Editorial Alebrijes

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