Levanta tus ojos,
contempla el azul cielo,
no dejes que a tu alma
la embargue la nostalgia,
por los recuerdos
que ha observado el azul cielo.
El cielo que ha sido
tu fiel compañero,
que como un gran espejo
observa como tus sueños
atraviesan el mar bravío,
mientras tu alma abre sus alas
para llegar a la orilla.
Amplio y claro cielo,
sinónimo de libertad,
que acaricia tu rostro
con la brisa del tibio y fresco aire,
besando tus labios,
abrazando tu cuerpo,
dejando en tu corazón
huellas de primavera.
Azul cielo que da paz a tu alma,
despertando mil suspiros
cuando lo alumbra la luna enamorada,
dejando líricos ensueños
de esos momentos íntimos
de pasión y lujuria.
Tú que eres testigo de las maniobras
que hace el barco de tu vida,
mientras tu alma escribe
con la espuma del embravecido mar
sobre las juguetonas olas,
canta de alegría
porque tus sueños
los ha perfumado el viento
con el aroma de las bellas flores.
Alberto Camargo ( Colombia).
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