Salí a buscar al río
a la luna y un lucero
cinco estrellas de plata
y un cometa mensajero.
La luna dormida estaba
en los brazos de Morfeo
el lucero correteaba
sobre las aguas sin miedo.
Las cinco estrellas de plata
nunca bajaron del cielo
se quedaron vigilando
la llegada del silencio.
En la cola del cometa
amarré la voz del trueno
para que viajara silente
junto con mis pensamientos.
Del libro Caballito de madera de
JOSÉ GREGORIO GONZÁLEZ -Venezuela-
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