miércoles, 30 de marzo de 2016

EL RUMOR DEL AGUA


Siéntate en esta piedra y escucha el rumor del agua, trinando entre las piedras y las plantas indómitas.
Hace frío, ya lo sé. Échate la manta por tu cuello y acurrúcate en mi hombro. Voy a fumarme un cigarro, échame un café en este vaso.
Escucha como a lo lejos canta el alcaraván y aúlla el búho.
Jamás olvidarás en el futuro, esta noche que parece estar hecha para cumplir nuestro capricho.
Nada será semejante, recuerda lo que te digo, y te leo el poema que para ti tengo escrito.
No llores,corazón, que tú te lo mereces. En ti planto mi voz en esta noche de agosto.
Como lloran los pétalos de la rosa y canta su aroma. Voy a echar sal a la lumbre, verás qué resplandor, qué quejidos eléctricos.
Esta noche te confieso porqué te amo tanto. Dame otro cafelito, échale unas gotas de licor, que sabe mejor. A lo lejos aúllan lobos y en respuesta ladran los perros. No temas, están lejos de aquí, al otro lado de la sierra.
Que va a salir el sol detrás de aquella encina, en lo alto del cerro. Desnúdate de prisa y arrópate con la manta que voy junto a ti a inaugurar el día y el sol que alumbrará tus cabellos.
Cientos de aves expresan sus alegrías y alzan sus vuelos. Mira qué hermosura. ¡Qué cuadro!
Déjame que bese tus pechos. Acurrúcate a mi lado que ya se acerca el sol y quiero rendir tributo de esta belleza que solo los dos vemos.
Ábreme tu jazmín que voy a besar los pétalos.
Recibe esta bendición en pleno gozo y después, nos dormiremos.

Manuel García Centreno (Paracuellos del Jarama, Madrid)
Publicado en la revista Aldaba 29

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