Puerta que abre, cuan corazón vive desolación, cuan grita al silencio, desfallecer sin aliento, es mentirle al viento que me acarició el rostro en olvido, por ti sangra mi corazón de dolor, clamando una migaja de tu existir.
Por ti, mi pluma de tinta derrama, expresar sensaciones tan vagas de migrar mente en recuerdos fallidos, de ignorar aferrarme a la sombra del sentimiento que lastima mi alma, desnudando de mi delirio, la esperanza.
Que es yacer en mundo ciego que persigue ignorancia de mil perdones, cual aclara al mendigar tristeza que se burla de los segundos que trasladan las horas de infortunio, por que callar si te llevo concebido de mis colores,
Es verdad cruda que palidece somnolienta de versar angustia, de rasgar segundos en crimen que el tiempo marco, escudriñaría en mi interior porque falle en decepción, de morir lo que de versos nació en seducción de un anochecer.
Culparía a la luna porque jamás versó tejidas noches de amor, porque la conciencia de mi amenazó en parir de dolor, que clama trastornos de excitación, así gritaré al espejo porque guardó los sordos latidos que tu alma dejó.
Oh nostalgia que reza por conquistar distancia, que en invierno llegó, cuan sufrimiento soporta columnas desfragmentadas de manifestarse con desesperación, porque no revoqué tu perdón, si solo me oculté en la noche de insana pasión.
Mentir a la nostalgia, es mentirle a mi corazón, sepultar mil noches sin perdón, que tu adiós me dejó.
Alejandro Horta García -México-
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