martes, 1 de diciembre de 2015

LA RÁIZ


Ella se propuso incendiarme el camino
contrastar la roca y el silencio
bordear el horizonte con sus rulos y trinos
desbrozar la soledad y el sol eléctrico

Yo dispuse sus manos sobre toda la herida
de mi látigo terco
ahondé la claridad
la oscuridad
la decidida
inicial de su cuerpo

Ella se deslizó como la gota plena
como una fiebre verde y bienvenida
como un reloj de arena o como arena
y extendida

Yo sepulté la racha de la umbrosa
constelación de pájaros y lenguas
unté sus manos
otra vez
su rosa
constituí en ausencia

No se puede vivir con tanta muerte
ni morir
ni se sabe qué hacer con la sed
y con el hambre
donde ponemos la agonía
algo
no cabe

Otro pájaro (o el mismo)
incrustó su pico
en la única
raíz.

Del poemario “ESPASMITOS ESPANTOSOS” de Rolando Revagliatti -Buenos Aires - Argentina-
Publicado en la revista Arena y cal 188

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