(A John Roque, todoterreno)
Es la siembra del mundo, cuando aja,
la razón de la tierra consistente,
es la música, simple y consciente,
la magnífica flor que se trabaja.
En tu sed se vislumbra la ventaja,
el misterio del hada de la mente,
la penumbra que fue inconsistente,
el obscuro que oculta la tinaja.
Robarás a la tierra su secreto,
como puta detrás de su deshonra,
escondida al calor de cualquier seto.
Una herida que deja, en una monra,
pensamientos, aquel recuerdo neto
de las marcas malditas de la honra.
Julio G. del Río -Valencia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario