Acunado en el patio por la suave brisa
el arrullo claro de las golondrina
que alegres jugaban, entre los gladiolos
llenando mis sueños con su algarabía.
El rayo dorado, suave y bienvenido
empujó mis ansias de bailar contigo
entre las praderas verdes de este sueño
marcando su ritmo, con nuestros te quiero.
Arroparé tu cuerpo entre la maraña
del follaje suave de nuestras miradas,
mientras la cigarras, entran en concierto
besaré los suaves pliegues de tu cuerpo.
Un éxtasis de olvido, de mi propia vida
brotó de mi pecho como poesía
enredando fuego con suaves caricias
quemando mis labios con su melodía.
Como las estrellas bailan con la noche
bailaré contigo… mi rayo de luna.
EMILIANO PINTOS -Argentina-
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