domingo, 8 de noviembre de 2015

PÁLPITO


Por las nubes de agosto
que huyen y huyen ciegas por los cielos;
por las lluvias de abril y los aires de mayo;
por los pozos,  las fuentes y los arroyuelos,
por los ríos y los mares,
por el agua que nunca jamás beberemos;
por las noches de julio tejidas de estrellas,
por los días de enero y por las bufandas;
por aquellas tarde de marzo en que nos amamos
y aquellas mañanas claras de  noviembre
que sabían a octubre y a medios días locos del loco febrero;
por lo que soñamos y nunca  vivimos,
por lo que vivimos y nunca soñamos.
Tú y yo y el misterio herido de luna.
Yo y tú y  los caminos heridos de sol.
Nosotros, perdidos y huyendo y huyendo
de nosotros mismos  por  la huellas rotas
y los  ecos tristes  y extraviados
de nuestros dolientes y cansados pasos.
Por tu amor y el mío,  por los dioses sordos  y las diosas mudas,
por este poema,  por aquella rosa,
por aquel caballo  y el águila  aquella;
por esos dos  ojos que  en este momento me leen  y me leen,
y  saben, sin saber que saben, que cuanto sabemos
se reduce a un punto en donde  residen y caben,
y  no sobra nada,  la totalidad de todos los puntos.

JUAN  CERVERA -México-

No hay comentarios:

Publicar un comentario