MENDIGOS

Guerras a toro pasado,
tristes revolucionarios,
no percibirán salarios,
por su inconveniente enfado.
La impotencia es el aliado
de injusticias ya prescritas,
de las batallas malditas,
que enturbiaron a la historia,
todo para mayor gloria
de magnificar las cuitas.

Las víctimas de salón
tras muchas generaciones,
aún entonan las canciones,
mas no sintieron dolor.
Sabemos que no hay color
en perdonar al causante
de portar el estandarte
que destruyó tantos muros,
habría que ir al seguro
para que hicieran un parte.

No pasan siglos en balde,
no queremos los recuentos
de los errores a cientos
que nuestro rencor respalde.
Deseo que el odio se salde,
que terminen los castigos,
pues todos somos mendigos,
en este bello planeta,
chupamos la misma teta
y hemos de ser amigos.

Julio G. del Río -Valencia-