lunes, 9 de noviembre de 2015

LA HERIDA DE OTOÑO


Los árboles están muy mojados,
sus cortezas relucen como ébano,
cuelgan perladas gotas de agua,
desde oscuras y yermas ramas.
Hileras de brillantes perlas acuosas,
van precipitándose hacia el suelo,
entre hojas que como lenta lluvia,
caen desde el ramaje hasta tierra.
Eso es el otoño. ¡Un tono ocre cruel!
que va matando todo el bosque,
creando heridas abiertas, dolientes,
entre unos verdes espectaculares.
Asesino de tonos rojos sangrantes,
esparcidos por los bosques ocultos.
Lugares desapacibles y muy bellos,
que nos subyugan y nos atraen,
donde el cielo arde en atardeceres,
que van compitiendo con el entorno.
Dando ese tono húmedo de sangre
corriendo por heridas abiertas...
Que se clava en nuestras pupilas,
con nostálgica y precisa precisión,
cada año, con cada otoño que llega.

MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-

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