Imprimo unas cuartillas impregnadas de poesía,
son nuevos poemas de una premiada poeta,
uno de ellos es un currículo de vida en veinte pasos,
el otro, una lluvia de lágrimas y de peces,
el siguiente es literatura en carne viva,
luego aparecen familias que suplican,
al fondo escucho risas,
sigo leyendo historias de familias
de esposos, esposas e hijos,
de pasados que no existen,
termino con un poema,
-ahora que estoy leyendo una biografía de Philip K. Dick-
sobre el final de la ciencia ficción,
no pienso en el amor mata gigantes de quién traduce esos versos,
ni en los ojos de quienes los han leído
o leerán,
doblo el último folio y paso a otra cosa
preocupado pero no mucho,
porque a las primeras letras de mis renglones
a los que algunos llaman versos,
el Microsoft word las convierte en mayúsculas,
y no quiero
no quiero una vida de ciencia ficción.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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