martes, 10 de noviembre de 2015

UNA TARDE DE OTOÑO


Excavando con una cuchara de madera
en las cuencas de mis entrañas,
encontré una tarde de otoño
junto a un río de murciélagos.

Salí corriendo
y cuando conseguí sacar
mil millones de kilómetros de distancia
a mi propia sombra,
miré por detrás del cielo.

Las nubes parloteaban
en un idioma nuevo,
bordeé por dentro
los miles de laberintos
que me hablaban de ti
y pensé que los sueños
son palabras dentro de una lata,
que nada es igual
que una tarde de otoño.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

No hay comentarios:

Publicar un comentario