LABIOS
Sus labios acarician el aire. Sus labios besan mi piel, y la recorren despacio. Sus labios se entreabren… y sus colmillos se clavan en mi cuello. ¡Ah, dulce placer!
OSCURIDAD
Esta oscuro. Avanzo despacio. Tanteo el espacio a mi alrededor. Busco un halo de luminosidad. Pero no lo consigo. Esta oscuridad obsesiva me ahoga. Doy otro paso, en cualquier dirección. Pero sé que no habrá más luz a pesar de mi búsqueda, porque esta es la Noche Eterna.
OPCIONES
Tenía dos opciones; o pulsaba el botón azul y destruía el universo, o hacía lo propio con el botón rojo, y destruía el universo. Sí, sé que las dos alternativas son idénticas, pero ¡es que me hacía tanta ilusión apretar el botón rojo!
Francisco J. Segovia -Granada-
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