viernes, 5 de junio de 2015

SENTADO EN TU SOMBRA / CAMINOS PROHIBIDOS


SENTADO EN TU SOMBRA

Tu mirada profunda
era como una noche con luceros
iluminada, indescriptible,
por primera vez, sentí hacia ti
amor y deseo sin límites;
porque en tu cuerpo latía el calor
de una mujer dispuesta para amar.
Me senté en tu sombra, me puse a soñar,
descubrí en el aire tu olor a locura,
locura de celo, de ser poseída,
descubrí el encanto y el valor de tu alma.
No eras tan hermosa; pero eso... ¡Qué importa!
amo tus virtudes, noble corazón,
y no la fachada de un cuerpo precioso,
ni la mascarada de un rostro pintado.
Contigo mi vida se alumbra el camino
que me hace llegar a las puertas del Cielo;
porque con tu amor en mi corazón
temblara el rencor, el odio, la pena,
y se esconderá caricia ofensiva
para así dar paso a mi forma de amar.

CAMINOS PROHIBIDOS 

¡Qué mi boca no hiera tu aliento!
cuando avergonzada me entregues tus labios
en el camino prohibido de tu cuerpo,
donde una sonrisa de luz
enredada en tu larga cabellera
jugará con las nubes de tus ojos
en la intimidad que se detiene
a las puertas de tu corazón.
Tu tierno mirar es como un acorde a la vida
interpretando una canción
que permanecerá clavada en tus senos
quietos ante el deseo impenetrable de la tentación.
Abrazo tus muslos de mujer hermosa
en el espacio virgen de tu cuerpo,
y me confundo, arrastrado por el fruto
devorador de las pasiones.
Me hago visible, y rompo la fuente de tus caprichos,
y en mi fantasía desordeno la suavidad de tu piel
y pronuncio con asombro los hechos del amor;
para descansar en tu vientre
y entregarme a los secretos
que escondes en tus sábanas.

Ysidro Parra -Venezuela-

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