Me enseñaron a ser bueno
y aprendí pronto a querer,
y a besar a una mujer
en el campo y al sereno,
junto al trigo y el centeno,
hoy salpico sólo amor
y olores a ti, mi flor
te beso entre los cantuesos
porque me gustan tus besos,
y no se del desamor.
MIGUEL SÁNCHEZ MURILLO
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