jueves, 4 de junio de 2015

LA NOCHE



Acude, corazón, que estoy lastrada
de dulce y fabulosa minería.
Como un estuche de oro encierra el día
la perla de mi cuerpo acrisolada.
Es la hora total, arracimada,
en que el rescoldo del amor porfía
por derrocharme plena de alegría
entre tus altos brazos enramada.
Cúbreme hasta los huesos, hiende, empuja.
Atrévete. En el fondo hay un topacio.
Haz que mi vulva en su delirio cruja
sin parar. Más despacio, más despacio,
al ritmo que enhebrada va tu aguja
creando al goce espacio, espacio, espacio.

Del libro Las tres caras de Eva de Apuleyo Soto Pajares -España-
Publicado en la revista Oriflama 26

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