De dientes
afilados y contrapuestos
así eres
sierra de tiempo.
Cercenas el árbol
al joven, al longevo, al alto
y al caído
así eres
ruidosa espiral.
Hay una muesca negra
oxidada
claveteada cual huella en sus entrañas
escindiendo cada anillo
marcando los abatidos.
La saeta escogió
el centro
donde el sol dejó gruesa moneda
igual que un hombre perdido
colmado en serrín.
Ay, dura espiral
que te sabes imponente
ganadora
te colmas de paciencia
y esperas a tod@s sin remisión.
Ay, que nunca jugué
en tus vueltas
por ello me enorgullezco
mientras cada gota
se convierte en ambarino trozo de historia
nuestra historia.
Santiago Pablo Romero -Trigueros-
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