viernes, 26 de junio de 2015

EL VIEJO OLMO


Los árboles se inclinan por verse en el espejo,
temerosas las hojas su miedo cuchichean
de caer a ese río tenebroso y siniestro.
Un pez al otro lado les sonríe perplejo,
se pregunta curioso qué mueve al viejo olmo
a doblar su cintura y moverse coqueto.

Cuando llega la noche se devela el misterio:
la luna lanza un beso a su amor, olmo viejo.

Celia Martínez Parra -España-
Publicado en la revista Oriflama 26

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