Y hoy
cuando sigue la guerra amenazando
las columnas del mundo. Hoy
a pesar de que el ángel no vino a despertarme
y extraños caracoles
no me quisieron saludar,
siento las manos tibias,
agradezco
cualquier palabra.
A lo mejor no me conozco
y empiezo hoy
a contar los silencios
que me separan de otros hombres.
Hay veces que la vida
nos promete cerezas
y no sabemos dar las gracias.
Hay días
que uno mismo quisiera haber nacido
muy lejos
y venir desde allí a conocerse.
Hoy es el día.
Hoy un soldado acaba de morir
mientras en la ciudad llena de escombros,
entre el hastío y la mentira, suena
el “Lago de los cisnes”
a no sabemos cuántas
revoluciones.
FRANCISCO MENA CANTERO -Sevilla-
Publicado en Luz Cultural
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