CUANDO YA NADA Y NUNCA SEAN LO MISMO
y esta mano que tañe, si no un arpa,
la lira del soñar esté alentando
absurdos jaramagos y el relente
en ellos interprete mi silencio,
alguien vendrá con rosas del otoño
a ver de remontar el cielo abierto
que habré alcanzado porque lo esperaba,
cuando ya nada y nunca sean lo mismo.
Del libro “LA LLUVIA DESEADA” de ANDRÉS MIRÓN -Sevilla-
1º Premio, XXI Certamen de Poesía Searus, 1998
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