las viudas han bajado al mar
se van los barcos
no llevan velo
pero el pueblo es piadoso
llegaron juntas y de a una se irán
abandonando en el muelle
a la viuda novicia
la novia de los veleros
de ella naceré
de ella y de un varón que vendía corales
y tenía en la nuca un ojo místico
seré su niña viuda
con redes y anzuelos jugaré
con la rueda del temporal
porque he nacido extraña
igual a tantas huérfanas de marino
sal en la sangre
después me encerrarán
harán muñecas de tela
dulces que no probaré
mientras dure la fiebre
y yo camine sonámbula
hacia los barcos.
Marion Berguenfeld -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti
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