CARTA PREDESTINADA AL OLVIDO

Hola ¿Qué tal cómo estás?
No sé ni cómo empezar la verdad.
Todo lo que hablamos el otro día me gustó mucho.
Fue como si nos conociéramos de toda la vida. Fui capaz de contarte cosas que no había dicho a nadie. Me dabas confianza y me sentía a gusto hablando contigo.
Estuvimos horas charlando de cosas absurdas, que hablándolas contigo parecían importantes.
Gracias por todo amigo hasta la próxima.
Que te diviertas.
Tu amiga.

ELISA TOLEDO