¡Secaré mis lágrimas
al sol y al viento
serán la señal, todo un aviso;
la llegada de un renacimiento!
¡Qué el sol entibie su frescura
y haga con ellas un verso,
para que grabadas queden
en mi entendimiento!
¡Qué el viento las seque
y muy lejos con él se vayan
las causantes penas
de gran fuerza y cauce!
¡Voy a dejar secar mis penas
al viento y también al sol;
para escribir dulces poemas
con cada una de ellas!
¡Qué el sufrimiento culpable
se vuelva caricia que agrade
abrazo que conforte,
o si quiere lluvia de estrellas!
¡Voy a secar mis lágrimas
al sol y también al viento,
para que sean olvidadas
por el corazón y pensamiento!
¡Las secaré para borrar heridas,
tranquilizar el alma apenada,
volar por el firmamento
y así llenarme de alegrías!
VERÓNICA URIBE -MÉXICO-
Publicado en la revista Trinando 16
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