Mi patria es viejísima...
esa piel de toro tan arrugada por el tiempo;
y esa frente tan sufrida por el dolor de sus hijos;
como toda madre que se precie...
Mi patria donde tantas civilizaciones pusieron su bandera;
donde cada uno y cada cual puso su religión y su iglesia
y cada uno dejó sus costumbres y su lengua...
más que un idioma... la torre de Babel pareciera...
Mi patria es grandísima y muy diversa;
cualquier viento te trae su nombre...
y en cada esquina un idioma y una bandera...
Quizás su forma irregular la hacen más bella...
Esta patria mía es altísima y muy grande...
respetada siempre que se mantenga unida...
y no olvidemos los españoles desde los pirineos hasta el estrecho
la sangre derramada para unirla...
Es por eso que os recuerdo que su nombre se descompone
cuando cada uno en su egoísmo trata de des unirla...
lo he oído en los pájaros cantores, en las caracolas de mar
y lo traen los muchachos en sus ojos y en sus guitarras...
Mi patria es inmensa y no concibo verla destruida
o sumergida en el fondo de la mar,
o, escondida en el bosque, sin poder pronunciar su nombre...
por la sin razón... como paso en otros días...
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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