Recostada en la penumbra de mi alcoba y a la luz de los halos plateados de la luna,
adivino tu mirada vida mía,
como mira mi voz tus pensamientos,
como fluyen los fulgidos trazos,
brillantes y perfectos de tu pluma.
Plumilla suave que bañada en los lagos de tu tinta y en las sombreadas notas de un tintero,
dibuja mi nombre en el lienzo blanco, rojo, azul, o del color que emites bajo el influjo de tus dulces besos,
y la inefable andanza de tus bellos trazos.
Etéreas las líneas guían tu mirada y tu puño y letra plasman en papel,
el suave sonido, dulce y delicado,
melifluo de tu alma,
que se asoma a mi ventana y me seduce enamorada.
Escribes mi nombre, dibujas la carta.
yo espero ansiosa tus preciosas letras a través del tiempo,
cual misterio oculto que sucumbe al alba de una madrugada.
Sentado en la mesa junto a tu café,
me piensas, me escribes, me besas,
y a través del tiempo te llegas a mí.
Hortencia Aguilar Herrera -México-
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