Bajo sábanas de una madrugada fría
temblaban los deseos ante labios pretendidos,
aliento humeante presagiaba destellos,
besamos el amanecer con risas nerviosas,
y tenues miradas gritaban las ganas,
mientras sentía como tu boca abría
sus puertas a mis besos mi corazón ardía,
fue momento perfecto y eterno.
Insistentes mis labios pedían los tuyos,
Cerraste los ojos dejándome sentir tú textura tersa,
¿recuerdas?
Caminé lentamente en tus labios con prudencia,
más que beso fue caricia,
mordí tu suspiro mientras respirabas el mío,
besé el prohibido pensamiento,
en tanto acariciabas tu capricho,
caímos de la nube del quiero a la tierra del puedo,
un beso fue llave que desnudó el pasado
y vistió el futuro.
Bastó un instante para quedar presos,
un beso reconoció labios que se conocían sin saberlo,
empapamos el mañana con sueños extraños,
la piel delató que seríamos amantes
sin antes ni después,
besando labios llegamos al paraíso
de cuerpos encendidos apagándose,
en la madrugada fría de nuestros labios.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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