Pensé que ese verano olvidaría tu amor.
Olvidaría tu ausencia, olvidaría el dolor.
Pero es imposible porque cada sonido del viento
me recuerda tu voz.
Cada sonido de la ola rompiendo en la roca
me recuerda tu sudor.
Y la sal dejando blanco mi cuerpo
me recuerda la blancura de tu alma
y las algas… la suavidad de tu calma.
Y te pienso.
Y te siento.
Y no te olvido.
¿Será en invierno?
MARINA MATTARUCO -ARGENTINA-
Publicado en la revista Trinando 16
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